¡Rompe Ralph!

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Mix de:


Me ha gustado, he recordado momentos de la infancia en salas de máquina, que me imagino, ya no existirán. Las nuestras, en Madrid, tenían, además de las máquinas, futbolín, billar (español y americano), pinbol y ping-pong.

  • Bien la historia de un malo, que ya no quiere ser lo y que en realidad no lo es.
  • Bien la historia del juego de marines en el futuro, luchando por la "humanidad", salvándola a pesar de los riesgos.
  • Bien la personalización del software, sobre todo para los que desarrollamos y terminando cogiendo cariño a ese lío de lineas en lenguaje extraño, que es el de la programación.
  • Mal, el final típico de una película americana, infantil, ganando los buenos sin ningún genero de dudas.



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